martes, 18 de febrero de 2020

¿No ves acaso mi amor?


Él.- Camino solo en la arena
en esta tierra sin sol.
¿Por qué se ocultan mi Dios,
tras las nubes, mis estrellas?.
¿Quién me guiará en la tormenta
si no es la osa mayor?.
¿Dónde estás mi salvador?
¿Por qué no encuentro tus huellas?

Ella.-Silenciosa me acerco al mar,
rogando al Dios del cielo
que te devuelva a mi lar
y que conceda mi anhelo.
Y desando escuchar tu voz
en llanto hago mi rezo;
sé que es el Dios de los dos
aunque al amor tenga preso.

Él.- ¿No ves acaso señor
que al escribirle un poema,
hoy mis pupilas maltrechas
segregan resignación?.
¿No ves que mi inspiración
la guardo en una botella
que al mar arrojé con pena
y el viento la devolvió?.

Ella.- No voy a buscar botellas
que me recuerden ese amor
ni pediré a tus estrellas
que den luz a mi interior.
No saborearán las olas,
el manantial de mis ojos
ni rimaré en bellas odas,
orquídeas hechas abrojos.

Él.- ¿No ves acaso mi amor
que tu ciudad no es mi tierra,
que tu cielo es mi condena
y que el mar es mi salvación?.
¿No ves acaso mi amor
que ya no tengo respuestas
y que mi ilusión traicionera
nos trajo solo dolor?.

Ella.- Solo veo desolación
cuando llego a la bahía
te llevaste mi corazón
entre prosas y poesía.
Tan solo el misterioso mar
que esconde tantos secretos,
a tu mundo podrá llevar
mis llantos y desalientos.

Él.- Loco Porteño – Argentina
Ella.- Isabel San José Mellado - España


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