Me inclino

Entre el sufrir

del silencio cruel

la agonía parecía apenas fría;

un poco de amor,

no es justificación.

Me inclino y pido perdón

porque soy humano

y mis errores me han costado,

quizás sangre, quizás sólo dolor.

¡Qué pena sería

si uno viera la vida perdida!;

perdón por abandonar el barco

que a la felicidad me llevaría.

Perdón por arruinar el momento

en que tu pena se hizo mía,

¿qué sabes tú de batallas pérdidas?.

Siento tu dolor,

sé que navegas a la deriva,

toma mi mano

y no te des por vencida.

Perdón si mi inclino

y te pido perdón,

porque la vida es justa

y no juzga sin pena ni gloria.

Mgabriel Portilla MÉXICO

De la nada

No te vi venir, 

llegaste como parte aguas, 

la vida nos puso ahí 

en los silencios y que decir. 

Renuente yo tan fría, 

llena de miedos y en verdad 

no soy nada en este mar. 

¿Qué carajos le hice al destino 

que me mata sin tino, 

que nada tiene razón 

en este desatino?. 

Dime tú ¡qué peligro! 

¿a quién he matado o herido, 

sin razón yo qué razón tendría, 

culpable acaso he sido?. 

Pensarían que yo 

me he propuesto arrancar 

el amor de otras brazos, 

¡vaya derecho el suyo 

de juzgar sin siquiera imaginar!. 

¿Acaso es pecado 

si el amor diera lugar, 

o acaso es pecado 

dejar el alma y 

aprender a caminar?. 

Mgabriel Portilla MÉXICO

Marrón

Me pinté de marrón 

para decir un te quiero 

y desnudar las palabras 

mientras entre usted y yo 

las caricias parecían eternas. 

De marrón era 

el color del pinta labios 

que dejaba sentir 

el roce de la piel, 

que apenas sentía 

las ganas de la pasión. 

Y así sólo quise ahogar 

las ganas en una copa de licor 

con sabor a ti y a la ilusión 

que sólo fue 

por un instante de amor. 

Color marrón, 

así mis labios se teñían 

después de que puse mis dedos 

sobre el sabor a olvido, 

olvido que no llegará...; 

te quedaste en mi piel. 

Desperté del sueño 

y en mi mano el pinta labios 

que cada día usaré, 

para recordar el sabor 

a tus ganas que ahora son nada. 

Pero en fin 

el amor inundó la cama 

y todas las noches renace 

hasta ver la luna caer. 

Mgabriel Portilla MÉXICO 

MaGa Una Rosa triste

Vestido negro

Me vestí de negro, 

salí esperando encontrarte 

entre este mundo de gente, 

me puse tacones y la sonrisa.

Caminé y ahí estabas tú 

sentado en ese lugar, 

mírate tan mmmm… 

todo un señor. 

Parecía una película de amor 

ahí usted tan lleno de sabiduría, 

tan lleno de años y andar. 

Lentamente me miró 

y mi respiración se detuvo, 

parecía que mi alma 

abandonaba el cuerpo. 

Y ahí está usted 

justo frente a mí 

mirándome como queriendo 

guardar el recuerdo, justo ahí. 

Me tomó de la mano y me dijo: 

te invito a mirar la luna 

y no tuve opción, juro que no la tuve, 

caí en el hechizo de sus ojos café. 

¿Qué decir del roce de su piel?, 

¿qué decir de la luna 

testigo de este sentir?; 

parecía eterno el momento 

y sus manos navegaron 

en aquellas montañas 

extasiadas ante usted. 

Sin palabra alguna 

sólo pasó, sí, sólo pasó; 

mire usted que ni su nombre me dio, 

no me importó y ahora… 

de mis labios salió ese adiós. 

Regresé una y mil veces 

y ahí a ese lugar 

lleno de usted, lleno de mí, 

y llenamos las ganas 

que ahora parecen sólo nada. 

Mgabriel Portilla MÉXICO

Sin hacer ruido

Quería abrazarte

pero la despedida duele,

así que me fui sin hacer ruido,

mi corazón latió que te deje la mitad.

Te hubiera dado ese abrazo,

sintieras este amor

que me quema,

que nos quema;

dormir en tu abrazo

fue la forma perfecta de coincidir.

Sin hacer ruido me quedaré

y me marcharé,

mientras tanto

quiero seguir

mirando en tus ojos

una y mil noches.

Quiero vivir el amor más bonito

que no se pierda en el tiempo

y de ti ser como cada día

desde que llegaste a mi vera.

Empezamos con todo un mundo a cuestas

pero hoy vives en mi corazón

siendo mi única razón.

MaGa una rosa triste

Mgabriel Portilla MÉXICO

A la luz de la Luna

A la luz de la luna

mi alma y la tuya caminan

por esos lugares que

sólo en los sueños podríamos andar.

No es que la realidad sea efímera,

más bien que en los sueños

nos podremos abrazar.

Dime ¿qué vida nos espera?,

si quieres un “te amo” en la soledad,…

yo prefiero un “te quiero” por la eternidad.

No sé si decirte esto debiera

pero es que bajo esta luna

esto siento quiera o no quiera.

Dejemos que el frescor de la noche

de nostalgias bañe nuestra piel

y sean nuestras caricias puro derroche.

Dejemos que el amor fluya cariño mío,

cada momento por ti espero,

entre cada verso el beso,

llamarte y escuchar tu voz

en medio de la oscuridad.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Secretos

Un secreto sería

que la vida milagro haría,

no es tan fácil decir

lo que la palabra calla.

Secretos inconfesables

que se guardan en la memoria

y en los labios que pronuncian

apenas nada.

Habría secretos

que es mejor dejar salir,

poner todo aquello

en tela de juicio

para poder ser feliz.

Otros tantos

que parecieran matarnos lentamente

nos disparan en pleno vuelo,

mentes que mienten.

A veces el silencio

es la palabra del inteligente

mientras la ignorancia habla.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Señor Sol

El es de esos hombres

que con el simple abrazo

repara mi alma y

los sueños se hacen realidad.

El es quien me enseñó

a creerlo y crearlo,

me enseñó que

no necesito a nadie a mi lado.

Mi Padre,

él es el pequeño mundo

que la vida me dio;

él es tan sólo

un instante del tiempo

que corre a paso veloz.

El, ese pequeño trozo de mi alma,

que llegó para estacionarse en el corazón;

él me llama

“mamá, mi hija”.

Y así vida me ha puesto

como esos especiales hombres

que no necesitan de nombrar,

personitas especiales a través del tiempo.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Despojo

Dicen que el tiempo

no es más que masacre de minutos,

cruel instante de amor.

Despojo mi cuerpo en silencio,

manantial de verdades

que parecen incansables.

¡Querido yo!, átame

a donde sólo estemos tú y yo,

enciérrame y

no me dejes salir

por favor.

Mírame,

acaso no ves

que soy apenas

un despojo del dolor,

sin corazón ni lágrimas...

recuérdame

porque soy quien soy.

Despojo de vida,

no quiero vivir en este abismo,

deambulando apenas con vida.

Sangrante quedé

ahí donde el alma y el cuerpo

ya no tienen vida,

alguien la hurtó, la robó

y jamás regresó.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Me mata

Mis cicatrices me matan

y parece que la vida

se va a cuenta gotas;

si una herida estuviera abierta

me desangraría.

Si mis penas

fueran lamentos,

terminarían huyendo;

pena mía.

no me dejes ningún día.

¡Clama fragante amor!;

parece que aquí

sólo hay dolor;

mátame, átame y déjame

si amor no tienes.

Y la vida parece no entender

o quizás sea yo que no entiendo

que hay cosas que ya viví

y repito sin fin.

Me mata la ironía, cruel mentira,

nada parece ser real,

cuando dejo salir mi alma para amar.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Te confieso

Si el amor duele

quiero morir en ese sentir,

quiero desgarrar el alma

y la pena sea nada.

Hace tiempo que soy hielo

porque no quería sentir,

y hoy me siento secuestrada

en este frío perdido.

Y es que a veces pareciera

sola en este mundo de sentimientos

que quisiera ser invisible.

¿Dónde estás?.

Que pareciera sólo una barca a la deriva

que llegará al abismo donde termina todo.

Empezamos por no mentirnos

y la vida se ha empeñado

en sacar a flote este norte...

Has cambiado mi dirección.

Soy una ola perdida en el tiempo,

renaciendo y muriendo;...

quiero ser de hielo,...

frío que congele la ilusión.

Te confieso ya es demasiado

estar sola como en un infinito

lleno de pensamientos,

pareciera que muero lento, lento…

Mgabriel Portilla MÉXICO

Me perdí

Y me perdí en esa luna;

a veces sólo quería un abrazo

y él parecía tan eterno…

Que por Dios juro

que nada de ti podría decir

ante sublime mirada,

parecía un espejismo

lleno de quimeras.

Pero cuando lo necesito

sé que está ahí,

coloreando paisajes

sólo para mi,

y es que parece

que la vida se propuso

regalarme un día más,

apenas para poder amarle.

Me hace creer

que las ilusiones son así,

de repente pasan los siglos

y seguiremos,

aunque sea unos instantes

seremos eternos.

Y es que pareciera

que el mundo se detiene

y la vida ya no siente

porque el sentir lo he robado

y me guardo en la memoria de este amor.

Mgabriel Portilla MÉXICO

¡Mire usted!

Si me regala una sonrisa

por ahí de vez en cuando,

si llama a mi vera en un día gris

será mi sol usted.

Mire usted,

no pido nada apenas:

que usted me piense por ahí

entre otro que otro pensamiento

que le haga sonreír.

Mire usted,

no tiene nada que me enamore.,.

pero me gusta el reflejo del sol

en su primavera

y esos pocos años que lleva acuestas

en la mirada de soledad.

Mire usted,

le puedo mirar ahí

donde el amor parece un hielo,

pero que con su mirada a tono café

que me bebe cada día,

al fundir las miradas

con alas de magia y amor.

Mire usted

a veces me hace sonrojar

y usted, sí, usted niño,

usted hombre,

usted a mi edad,

simplemente usted me enamora.

Mire usted,

¡qué cosas me hace escribir! pues

que hasta de usted le llamo

porque tiene mi respeto,

me sorprende y me pierdo

en el pensamiento

y cuando estamos ahí

en ese mundo de dos

no existe nada más que usted y yo.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Y entonces...

Entendí que el amor

no es cuestión de cuerpo de almas;

es más cuestión de momentos

sin tiempo ni distancia.

Y entonces entendí

que podemos hacer

un mundo sólo para dos,

para ti, para mí

y alguna quimera en espera.

No es que no exista el mundo,

simplemente somos

un suspiro al viento

que renace al amanecer del corazón.

Y entonces, ¡vida!,

renace en mí en el silencio,

en besos que de tus labios quiero,

arañe la fragante razón

y amarte con loca pasión.

Y entonces...

dime si eres mi alma perdida,

tal vez mi alma amiga

sea hoy náufraga del amor.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Ella mi madre

Eres una guerrera,

de ésas que nos enseñan a luchar,

eres un ángel de amor

con la ilusión de un día

poder anidarnos.

Ella es mi madre,

de ésas que son super heroínas

sin poderes ni magia,

porque tienen el poder del amor

y la magia de que

se hacen lo que quieren.

Dulce mujer,

que aun los años pasen

ella siempre está ahí

ayudando, acompañando…

y otras veces regañando.

Pero es mi madre ella,

mi mejor amiga,

mi confidente, mi todo.

Ella, ¡mi madre!,

sí, mi madre;

quien la vida me dio,

a quien mi vida daré;

ella es dulce razón de ser,

una mujer independiente

y luchadora hoy.

Ella es mi madre,

perfecta creación,

nunca me faltes,

eres mi ancla,

eres mi ejemplo,

eres mi madre.

Mgabriel Portilla MÉXICO