Es algo inexplicable
lo que siento por dentro,
sublime alegría invade
por entero mi cuerpo.
El amor ha llamado
de nuevo a mi puerta,
atrás el dolor ha quedado,
atrás mi vida muerta.
Y pregunto a mi alma
si a amar está dispuesta,
y ella responde con calma:
-Yo dejé mi puerta abierta.
Ahora mi corazón cura
una sangrante herida,
no desea otra aventura,
hace tiempo fue a la deriva.
Pero yo necesito amar
y él su amor me ofrece.
Percibo como mi rosal
de nuevo feliz florece,
quizá otra espina clavará
el rosal de frescas rosas,
pero nada me importará,
¡soltaré mis mariposas!Isabel San José Mellado
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