Miraré el cielo con la esperanza 
de ver tus ojos llenos de bondad 
que mi razón guardará, 
de sentir tu presencia 
y que los rayos del sol 
sean el abrazo. 
Caminaré por los caminos 
donde esperaré 
poder escuchar tu andar 
y que me digas: "Hija, ¿dónde vas?". 
Tal vez mi espera jamás termine, 
cuando llegabas a casa de mi mamá 
o en el hospital me abrazabas 
para no perder la fe. 
No sé cuánto vivimos 
para resumirlo a un recuerdo, 
ni cuántas pláticas tuvimos 
donde Dios era el protagonista. 
Algún día regresaré a donde vivías, 
con la esperanza de encontrarte 
sentadito en una esquina. 
Esperaré la tarde 
para escucharte tocar esa guitarra 
que en silencio quedará. 
¿Cómo puede continuar la vida 
cuando un trocito de nosotros se va?. 
¿Cómo puede seguir 
si la vida triste persiste?. 
Veré el horizonte 
para verte arando la tierra, 
sembrando semillas de porvenir, 
cortando maíz y frijol. 
Tal vez un día nos abracemos 
y te pido que te quedes 
en mi corazón. 
MGabriel Portilla 
A tu recuerdo mi chuchito... 
MÉXICO

 
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