Y me dijo:
- “Me enamoré de ti”.
Y yo también,
desde hace mucho,
no sólo de su voz
sino de su alma
y esa forma de decir te amo.
Me enamoré
de la certeza
de entregar todo
porque él así ama.
Y entonces
entendí cada día
cuál era mi razón
y mis días.
MGabriel Portilla
MÉXICO
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