Caímos en la emboscada del destino,
nos vimos ahí en medio del destino,
no sé si fueron sus ojos o su labios
que marcaron el camino.
del corazón y mente,
fue la traición a lo reverente
y seguí mirándote de frente.
Emboscada sí,
a mis ilusiones
que marcaban el peligro
y aún así besé tus sueños
y tú abrazaste los míos.
Somos ahora infinito
en medio
de un asalto de sentimientos
lleno de ilusión.
Mgabriel Portilla
Escribe en Maria Gabriel Portilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario