¿Dónde estás amado mío que
mi mirada no te encuentra?
¿Por qué después de tanta
pasión nuestra vida está muerta?
Mi alma siente tus pasos
por el sendero del bello amor,
pero no es a ella a quien fiel
busca tu ferviente fulgor.
En mis sueños te busco con
gran ahínco, fervor y tesón,
pero mi subconsciente frena
incansable a mi corazón.
La brisa me trae el cálido
aliento de tu callada boca,
o tal vez sea la quimera
que mis pensamientos evocan.
Y ese mar tranquilo con el
que sueña mi triste mirada,
se vuelve bravo y
mezquino, provocando fuerte oleada.
Como mezquino es este
estado de suma desesperación
cuando mis sueños te
buscan y solo encuentran desolación.Isabel San José Mellado
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