me mostraron lo que debe ser mi vida.
Creemos... ilusamente creemos
que permanecen floreciendo
los árboles para siempre
y un día sin avisar
el color se torna diferente.
Se van los días soleados
y quien nos rodea
se olvida de nuestra existencia.
Se van los retoños
esos que amamos y cuidamos
a pesar de las propias necesidades
haciendo paso al invierno venidero.
Hoy ya no quiero más otoños
ni días sombríos,
quiero luz y calor,
quiero tiempo a mi existencia,
atención a mi persona
y no de los demás
sino de mi misma.
Me olvidé de mí
y el otoño llegó irremediablemente
esparciendo mis sentimientos y tiempo.
Entendí que mi tiempo me pertenece,
que puedo compartirlo
sin que me pierda en ello.
Que puedo amarlos
con la misma intensidad
que me amo.
Hoy entendí que el otoño
llega sin anunciarse
y nos deja desprotegidos,
sin hojas, sin frutos y sin esperanza.
Hoy sé que primero soy yo
y después yo
sin que eso lastime a nadie
porque hoy por fin...
aprendí a amarme.
Autora: Lupita Novoa
Muchas gracias Santi
ResponderEliminarBienvenida Lupita a este espacio.
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