(Candy
Salazar)
Se
me encoje el corazón,
al
pensar en una amiga,
que
un día perdió la ilusión,
vacía
se quedó su vida.
Quisiera
poderla alentar,
abrazarla
y ofrecerle consuelo,
pero se interpone el mar
en
versos le envío mi anhelo.
Sé
que saldrá adelante,
aún
con su vida partida en dos,
camina
de la mano de Dios.
Triste
es a veces la vida,
dejando
sombría el alma,
buscas
y no encuentras salida,
a
una dura pena que clama.
Nunca
da signos de flaqueza,
es
fuerte, de gran corazón,
pero
en momentos de tristeza,
todos
necesitamos consolación.
Pido
al Señor del Gran Poder
que
la ayude en su aflicción,
que
en su mirada deje de llover
y
que vaya alegrando su corazón.
Isabel San José Mellado
ISABEL, un canto al amor y al desamor
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