He oído tañer sin pausa
las campanas,
mis sentidos han quedado
parados
me parecía oír una
bienaventuranza
pero sus tañidos sonaban
amargos.
de ese color al que no le
gusta versar,
escribir para una amiga va
a ser duro
pues ha marchado para no
regresar.
No pudo despedirse de sus montañas,
no volverá a pasear por
sus praderas,
no verá atardeceres, ni verá más mañanas,
su alma deja para siempre
las primaveras.
¡Bienaventurada sea Mariette
la poetisa!
¡Bienaventurada por calmar
la sed de Dios!
Se la ha llevado con
demasiada prisa,
ni tiempo le dejó para
versar su adiós.
Bienaventurada seas por
siempre Mounier,
por tu bondad, alegría y
tu buen escribir,
por la luz que en tus
versos pudimos ver,
y por el amor que en rima nos
hiciste sentir.
Isabel San José Mellado
Derechos de autor - España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario