Déjame
escribirle al corazón,
ése que un día se marchó
y no
volvió.
Déjame
escribirle con letras
que si no
lo hacen regresar
al menos le
hagan extrañar.
Déjame
decirle que cada vez
que al
cielo miro el está ahí
entre el
silencio de un amanecer.
Déjame
cantar un suspiro
que le
cobija el murmullo
de mi voz
quebrada.
Déjame
esperar por él
por él, díganle que aún
hay alguien
que lo espera.
Ven y no te
vayas,
hay tanto
que decir que el corazón
está dividido, sé que debí decir
Te amo en la
eternidad.
Mgabriel Portilla México
No hay comentarios:
Publicar un comentario