Se
transformó en lo que soñó,
una
caricia que llegó a su corazón
en
espera de ver llegar hoy.
Difuminada
la sonrisa
que
el tiempo borró,
hoy
pinta de rojo
para
tatuar al amor.
Caricia
y sonrisa
que
de la nada narra
lo
que prisa ella ama
en
calma.
Dulce
poesía que clama
el
mundo para dos
entre
años viajeros
y
un presente sin final.
Caricias
al sol
que
vaya a donde
vaya
el aire lleve
cuando
respire respire su olor.
Mgabriel Portilla México
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