Un beso te di
y ahí me perdí;
quizás no supiste como reaccionar
y dijiste sí por no quererme lastimar;
hasta hoy
comprendí en ese instante
te até a mí.
Yo de ti fui y
sin importar la traición
dejando huella
en el corazón decidí
a tu lado
seguir, dejando atrás eso que duele
cada día más.
Perdón, por no
dejarte en mi libertad
cuando tú ya tenías a quien
amar
cuando tu
felicidad encontraste
cuando por
amor olvidaste la promesa, a mí.
Y aun así seguí atándote, amándote,
perdonando, justificando,
soñando
que algún día
amarías igual, pensando
que algún día
digna esposa sería
de tu andar.
Perdón, pero
ya no fue suficiente
vivir sólo
para ti, me regalaste dos
ángeles que cuido sin reparo y
y nada sea en
vano.
Es verdad que
un error cometí
cuando en la
soledad me sentí
de alguna
manera herido te sentí
sin saber que
decir.
Y hoy estoy aquí pidiendo perdón
por no dejarte
ir en esa libertad
que no dejas
en mí, en ese vuelo
que hace mucho
ya no siento.
Perdón, mil
veces perdón,
porque soy humana y siento,
pero en esta
jaula seguir
no quiero.
MGABRIEL PORTILLA México
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