Por tener esa sonrisa,
esa forma de amar
y esa forma de mostrarme
que el mundo está hecho de sentir.
La culpa es de la vida
que me puso
nuevamente frente a ti
para sentir este amor
y renacer en el corazón.
Con la certeza
de ese abrazo bonito
y ese latido que está hecho
al ritmo de tu corazón.
La culpa es mía
por mirar tu alma
y reflejarme en tu mirada,
por sonreír a nuestros sueños
y vivir este momento.
Simplemente culpa mía
por cruzarme en tu cielo
y no olvidar los bonitos momentos,
por recordar cada momento
y vivir hoy en tu anhelo.
MGabriel Portilla
MÉXICO
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