que destilaban empatía,
en esa forma de tratarme
que me sorprendía.
Yo sentía
que lo que realmente exigía
era cariño,
quería un amor a mi medida,
quizás es que no comprendía.
Un amor bonito
no tiene excusas ni pretextos,
ni se mendiga
ni se olvida el sentimiento.
Amo esa forma
en que llenas mis días,
esa forma de pensar
y no es necesario mendigar,
porque tú eres todo
lo que se puede añorar.
Entendí que no es exigencia
lo mutuo, lo recíproco,
cuando se ama de verdad.
M. Gabriel Portilla
Eres mi más bonita poesía
Tulancingo, Hidalgo, México
No hay comentarios:
Publicar un comentario