sábado, 3 de diciembre de 2022

Oscuro dolor

Mis afilados dientes
que mordían
la almohada cada noche
para no gritar,
para no sentir.

Quería sacar el dolor
que guardaban las entrañas
y mis ojos marrones
que sólo querían
matar el alma.

Desvestí mis ansias de morir
y estos pensamientos
que me llevan al cruel suicidio
de los sentimientos.

Los vi ahí tirados,
muertos, bañados de sangre,
pero ya no dolía nada,
cada palabra fue daga.

Entonces entendí,
llegó el momento de guardar
todo el dolor del corazón,
de hacerme cargo
de todo mi sentir.

Si quien dice te amo
le vale que será el mundo
de gente que goza
de verme llorar.

Resbalan los días
y juro no más,
no importa más nada,
soy quien ama y olvida,
quien siente y muere.

Maria Gabriel Portilla
MÉXICO

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