Al mirarme al espejo
es inevitable recordar a mi abuela
que lucho incansable
toda su vida.
esforzándose
por dar lo mejor de sí,
de quien he perdido la cuenta
de ejemplos de vida
que me ha dado.
Un padre que abraza
en medio de algún problema,
incansable y ejemplo.
Agradezco a la vida
porque me ha puesto en el camino
a grandes mujeres
que me llenan de orgullo
al formar parte de mis días.
Hoy me siento orgullosa
de cada ejemplo que me han dejado
entre ir y venir de los días.
M Gabriel Portilla
MÉXICO
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