Después de un tiempo
ella era magia,
sí, magia,
sonreía por motivos
que parecían nada.
ella era luz y felicidad,
aún su alma
no sabía amar.
Está rota,
náufraga de sus días,
suspiro de melancolía,
simplemente
con ella se bastaba,
ella sonreía.
Tenía cicatriz
en el alma, en el cuerpo,
pero sonreía a su manera,
era feliz aunque el corazón dolía.
Entendió que destino
era estar rota,
sí, rota, siempre rota,
y sin más sonreír.
Aunque la luna llena esté,
aún el cielo de un abrazo
puedas hacer,
que mi sonrisa
sea eterna tal vez.
MaGa TiCio
MÉXICO
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