sábado, 30 de enero de 2021

Reaprender la bondad

Dice la RAE que "bondad" (entre otras acepciones) significa "inclinación natural a hacer el bien".

¡Toda la Creación tiene escrito en su ADN esta inclinación!. ¿Podrá haber una sola planta o un solo animal cuya inclinación sea la contraria?. Existo en la mente de Dios desde el principio de todos los tiempos pero sólo tengo conciencia de estar vivo desde hace apenas 63 años y en estos años... sólo he visto bondad en las plantas, pequeñitas, medianas y grandes, en los animales que poblaban los montes, barrancos y pequeños llanos que me vieron nacer, en mis padres y hermanos,...

¡Cuántas veces ensimismado quedé ante la belleza de cada flor, por pequeña que fuera!, o ¡cuántas otras animaban mi alegría el canto de los pájaros en libertad!... porque allí todo era libertad.

El sol, la lluvia, el frío o el calor,... me hablaban de bondad porque en toda su acción había un efecto positivo que hacía y hace un bien que aunque a veces yo no viera en ese momento no significara que para alguien o algo no lo fuera.

Y si nos fijamos en las personas... hasta aquélla a la que hemos juzgado y condenado como la más malvada puede ser inmensamente bondadosa con quien fue para ella destino de todo su amor. He visto emocionarse y llorar a escondidas a más de un "matón" después de abrazar a su esposa cuando ésta fue a visitarle tras unas rejas.

¿Qué nos pasa que tan rápidamente nos olvidamos de quiénes somos, de cuál es nuestra esencia y miramos al otro "más como enemigo" que "como un igual", un "otro yo" que necesita expresar y recibir el mismo amor que cada cual cree merecer?.

Necesitamos recuperar esa sabiduría, ese saber que "somos bondad, que esa virtud, valor o cualidad, -o como lo queramos llamar...- está escrito en nuestro ser profundo" y reaprender a MIRAR con los ojos limpios de un niño a todo nuestro entorno; reaprender a ABRIR NUESTRAS MANOS para dar y recibir, acoger, mostrar con ellas nuestro corazón abierto al otro; reaprender a HABLAR esas palabras y sonidos que sin gritos ni expresiones hirientes sólo comuniquen paz, armonía, deseos de saber del otro y expresar nuestro sentir sencillo, respetuoso y honesto; reaprender a ESCUCHAR callando nuestros propios pensamientos y respuestas prefabricadas y así disponernos a entender las cosas no desde nuestras circunstancias sino desde las suyas o desde lo compartido, no sólo desde nuestra perspectiva; reaprender a CAMINAR, andar los caminos con el otro, con madre naturaleza,... no contra o a costa del otro sino en favor de todos; reaprender a CONVIVIR, reaprender a VIVIR.

Santi Catalán

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:

  • ¿Con qué síntesis nos quedamos tras leer y reflexionar sobre este pequeño artículo?.
  • ¿Te consideras una persona bondadosa?, ¿qué destacarías de ti mismo/a en relación con la bondad que despliegas?; ¿en qué crees que necesitas mejorar, en relación con este valor o virtud, cualidad,...?.
  • ¿Qué actitudes ves necesarias para que pueda vivirse la bondad de una manera natural y espontánea en todo momento y lugar y sean cuales sean los condicionantes?.
  • ¿Cuál puede ser tu compromiso concreto en el día de hoy para vivir la bondad?.

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