Mi vida te
entregué,
te la
tomaste en copa
cual vino.
Sin sangre
dejaste
mi ser y
vida nueva
en renacer.
Me enamoré
de ti
y a tus
pies caí,
en tu
corazón frío
escuché
latir.
Entre la
noche
que se
ilumina
bajo la
luna llena.
Sin sangre
me vi,
bastó el
aliento
de tus
labios fríos.
Que hoy
son míos
entre la
eternidad
la vida
veremos pasar.
Me enamoré
de un vampiro,
suspiro de
vida murió
por este
amor.
Mgabriel Portilla México
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