Cuando muera no llores,
ríe al recordar
cada momento de felicidad,
esos instantes donde jugamos
con las palabras y los versos.
Cuando encuentre el camino
no lloren, sonrían,
porque el descanso
será mi paz
y mi partida es temporal.
Donde esté
seguro podré ser tu guía
y en medio de cada reflejo me verás,
sólo sonríe
y viviré en tu recuerdo.
A mis pequeños:
sé que añorarán mi abrazo,
consuelo o simplemente
en medio del caos
estaré tocando su hombro
y sentirán el suspiro.
A mis padres:
los amo pues han sido
los mejores padres al final,
sé que estarán ahí
tomando mi mano
y será el consuelo al miedo.
Gracias por coincidir
a cada uno de aquéllos
que saludé en la distancia,
a quien pude saludar de mano
y a quienes abracé.
M Gabriel Portilla
MÉXICO
No hay comentarios:
Publicar un comentario