¡Qué bonito fue
volver a navegar en tus estrellas!,
¡qué bonito fue
recorrer tu sueño y dormir
con tu brazo de almohada!.
Una noche más,
después de mil vidas,
fue entender
porqué reencarnamos,
porqué renacimos
y nos encontramos.
Somos esas almas
que se buscaran en mil vidas,
que se guardan en el silencio
y desbordan amor.
Soy de ti
aun cuando me sientas lejos,
en el eco del silencio
siempre escucharás mi voz
diciendo un te amo
bañado de ilusión.
Una noche en ti
me bastó para recorrernos,
para amarnos,
para sabernos nuestros.
Y las luciérnagas alumbrando
nuestra noche de dos,
me miré en tus ojos café
y la luz que en ellos se reflejaba
era la adicción
que me trajo a ti
una y mil veces.
MGabriel Portilla
MÉXICO
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