Añoro ese amor
que no necesitaba decir
lo que me hería;
él sabía bien
que no era como las demás,
que mis emociones
se habían quedado
sin razones.
difícil continuar
y que por mi bien
él se tenía que marchar
…y se fue;
con él se llevó
toda la ilusión
y mi corazón
en hielo convirtió.
Jamás intenté buscarle,
jamás pretendí reemplazar,
porque él sabía lo que era amar,
bastaba con su atención en mí
y el te amo
que me gustaba sentir.
Sé que el amor llegará
en medio de nubes de colores
y razones para seguir,
que no me hiera el corazón
que siempre en mí piense
y que antes de actuar
piense en no matar ni atar.
Él se llama amor,
ése que llevamos en el corazón;
hoy se escondió
pero mañana regresará
mi amor tardío quizás
pero me amaré nuevamente
en medio de la melancolía
y me llenará de cursilería
para dejarle salir
en versos de amor.
M Gabriel Portilla
MÉXICO
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