Se tiñen mis letras de tus deseos
pero se bañaban de sangre
ante la herida que mata
y desangra de dolor.
de oscuridad y desamor,
no existe esperanza
ante esta traición.
Mi alma impregnada de ti,
de mis ganas de amarte,
de soñarte y saber perdido
en ese laberinto de tu corazón.
Mis letras, letras de sangre,
son las que escriben esta poesía
al salir de mis venas
la sangre tinta y muerte.
¿Sabes? soy una sombra de tu amor,
navegante suspiro
de la cruel realidad
que me mata al nombrarte
y profesarte amor.
Mirarme en tus ojos,
morir lentamente
y saberte mío
es lo que a mi alma da calma
y mis letras son nada.
M Gabriel Portilla
Tulancingo Hidalgo
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