La niña de luna

Ella, la niña de luna,

nació de un rayo de luz de luna,

parecían un copo de nieve sus mejillas,

brillantes al sonreír sus dientes;

se perdía entre la nevada brisa de invierno,

poco a poco ella crecía,

el tiempo se detenía en su mirada,

en ella se esparcía el minuto de felicidad,

soñadora imaginación,

siempre entre nubes de algodón;

por sus venas corría la bondad

y siempre llena de generosidad;

parecía una paloma,

ella volaba entre el cielo y sobre el mar.

 

Siempre que alguien lloraba,

cada lágrima un poco de ella

al corazón llegaba,

y en un suspiro

hasta donde la tristeza se guardaba

ella era la niña de luna,

dulce amor que en cada uno

deja al salir el sol.

 

Ella sueña en un mundo mejor

como tantos niños hoy,

es valiente y cuando los malos momentos

se apoderan de su ser,

ella sabe que siempre

una mano amiga encontrará.

 

Ella es lealtad,

a las flores del jardín cuidará,

todo lo que tiene vida ella aprecia

porque es parte de su vida.

 

A las estrellas que son su familia,

busca unirlas cada día;

hoy sin alas está pero camina

por encontrar la lealtad.

 

Niña de luna, regálame tu sonrisa

y baila al ritmo de la vida,

en la esperanza de un día a día.

 

Mgabriel Portilla MÉXICO