Amarré las ganas
entre el amor por los demás
y el propio.
de cruzar a lo inevitable
o amarme, dando todo por alguien
o tan sólo quererme.
Pero mi dignidad dijo ¡basta!,
antes de amar hay que saberse amado
y nadie más te amará más que tú misma;
amarré mis miedos a la soledad
y extendí mis alas a la libertad.
Me enseñaron a eso:
ser un poco egoísta...
saber decidir el bien para mí.
Hoy soy ave en vuelo.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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