Cuando
en la plenitud me encontraba
mis
ojos al futuro volteaban
imaginando
como sería esa edad,
anhelaban
esa vida, quizás junto al mar.
Los
años han pasado, mis manos,
mis
sueños y la vida han cambiado,
mi
pelo pinta ya los años de plateado,
el
caminar ha menguado, ya apenas sonrío.
Los
recuerdos hacen que mis ojos miren el pasado
donde
los sueños eran eternos;
hoy
solo camino y nadie de mi mano va,
sólo
mi soledad y yo pues en ese andar lo que amo murió.
Solo
y en el abandono estoy,
mis
fuerzas ya se terminan
como
niño que apenas camina;
me
dejaron solo, aún le pregunto al cielo
para
qué me dejó aquí en soledad;
Escuché
un murmullo diciendo que no servía para más,
¿qué
hago con este amor que tengo para dar?.
Mis
ganas de vivir se terminan ya,
echo
un vistazo al pasado
y
mi vida renace en recuerdo,
recuerdos
que nadie escucha ya
y
mi voz sale de mis entrañas,
extraña
la luna brillar.
No
me abandones, soy el sabio que puede aconsejar;
no
me dejes, mis ojos han visto lo que nunca mirarás;
mi
oído, el consuelo de quien con gusto te escuchará
y mi corazón, siempre un
lugar te guardará.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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