Entre suspiros
las alas se guardan,
no se puede
volar;
sentados sin
saber qué hacer
la vida se
confina a su hogar.
Hay tanto por
hacer
que a veces el
tiempo se escapa
ante esta cruel
realidad;
entre cantos y
risas, otros se van.
Suspendida en un
hilo la vida cotidiana
entre carmín
dando forma a la risa,
suspiro que
guardó las alas;
no se puede
volar.
Hoy, otra vez
mira esa venta
pero encontró una
nueva forma de volar,
encontró que si
escribe al alma…
el alma vuela.
Encontró que si
sonríe
el milagro renace
en fe y esperanza;
se encontró con
ella misma
entre los
escombros de su hogar.
Hoy parece
perfecto,
hoy la vida un
suspiro se dará;
ya no vemos
corriendo a nadie
porque ya nadie
corre.
Hay gente que en
el intento morirá,
hay quien en su
momento no podrá comer,
quien su trabajo
perderá,
quien la vida más
cara encontrará...
Hay quien sólo
mira pasar y
otros a quienes
no les importa nadie más.
Pero segura estoy
que si somos empáticos
con los demás
la vida cambiará.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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