A ti te escribo esa persona que sin más
me enseñó a volar que un buen día
dijo que la vida no sería fácil
y es verdad no ha sido nada fácil
cada vez que me tropiezo te pienso,
sí, te pienso porque tú
sabias palabras dejaste en mi mente, nunca
me dejes;
hoy te escribo para recordarte
que aún te pienso alma mía.
Porque hace mucho te dejé ir a ti, ¡sí a
ti!
porque eres esa niña que soñó,
que vivió la ilusión y la mató el
desamor,
quedando sólo esta mujer
que aún se cautiva con lo irreal
que vive y muere, renace en mí...
te escribo esta carta al cielo
que es donde guardó lo mejor de mí entre
nubes.
Ojalá que algún día estemos
nuevamente unidas alma y corazón
haciendo poesías de amor que lleguen
a donde el mar se junta con el cielo,
ahí donde sólo nos pondríamos
para soñar en la vida en rosa o azul
ilusión.
Mgabriel Portilla México
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