Si todos nos sintiéramos como hermanos.
(Pues la sangre de un hombre, ¿no es igual
a otra sangre?).
Si nuestra alma es abierta. (¿No es igual
a otras almas?).
Si fuéramos humildes. (El peso de las
cosas, ¿no iguala la estatura?).
Si el amor nos hiciera poner hombro con
hombro,
fatiga con fatiga
y lágrima con lágrima.
Si nos hiciéramos unos.
Unos con otros.
Unos junto a otros.
Por encima del fuego y de la nieve,
aún más allá del oro y de la espada.
Si hiciéramos un bloque sin fisura
con los cinco mil millones
de rojos corazones que nos laten.
Si hincáramos los pies en nuestra tierra,
y abriéramos los ojos, serenando la
frente,
y empujáramos recio, con el puño y la
espada,
y empujáramos recio, solamente hacia
arriba,
¡qué hermosa arquitectura se alzaría del
lodo!.
Ángela
Figuera Aymerich.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Te gusta la idea de que los demás hagan equipo contigo y te ayuden a afrontar las situaciones problemáticas que a veces te atenazan?. ¿Puede a ellos gustarle la idea de que también tú hagas equipo con ellos para ayudarles en sus problemas?.
- ¿Por qué nos cuesta tanto entender y vivir que "el otro" es "otro yo" que necesita de la unidad con él tanto como cualquiera de todos los demás?, ¿qué obstáculos o dificultades detectas para ello?.
- ¿Qué nos puede ayudar a generar en nosotros mayor actitud de unidad para con los demás?, ¿qué consecuencias se podrían producir si a diario todos vivieramos más con esa actitud?.
- ¿Qué vas a hacer hoy para crecer en unidad con quienes te rodean o están contigo?, ¿cómo lo vas a hacer?.
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