domingo, 1 de noviembre de 2020

De vez en cuando

Amarro los recuerdos
y llevo mi mano al corazón, 
y miro al cielo, ese cielo que 
me vio llorar una y mil veces. 

A veces me pregunto 
cómo guardar tanto dolor… 
cómo sobreviví tantas veces a morir 
si mi alma muerta estaba. 

No me arrepiento, 
en verdad no me arrepiento, 
pude tocar la muerte 
mirarla a los ojos. 

Pero decidí seguir aquí 
donde el silencio me trae recuerdos, 
inundando mi pasado,... 
hoy soy más fuerte. 

Y miro mi presente 
con todas las bondades, 
miro al cielo... y sí, 
valió la pena... tanta pena. 

Mgabriel Portilla MÉXICO

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