miércoles, 11 de noviembre de 2020

Cuando el alcatraz llora

Golpe a golpe 
mi alma murió lentamente 
y la penumbra me acompaña. 

Agazapada entre 
la muerte fiel amiga, 
a cada golpe estaba 
sentada junto a mí, 
muy cerquita, 
tanto que 
me curaba las heridas. 

Cual el nardo quería 
él suya me hacía, 
parecía que mi mente, 
la poca alma 
que me quedaba, 
abandonaba el cuerpo, 
ese cuerpo que 
ya no tenía vida, inerte, 
él destrozaba el corazón. 

¡Muerte!, llévame, 
mátame y déjame morir. 

Cuando el alcatraz llora, 
la vida se ahoga, 
pero no muere, 
pareciera que la vida 
conspira para seguir. 

Después me quedé a bailar, 
con la noche perdida 
sólo quiero naufragar, 
del dolor no podré escapar. 

Soy una más, 
soy una de la lista, 
soy un número más, 
soy un alcatraz 
en la tumba 
de una mujer más. 

Mgabriel Portilla MÉXICO

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