Cómo no extrañar

Me encanta 

recordar los tiempos 

donde podíamos caminar, 

donde podíamos vernos 

y de frente sonreírnos. 

¡Cómo no extrañar las tardes 

cuando el sol se ocultaba 

dando paso a la luna!. 

Soñar en qué sería 

del futuro, 

nuestro futuro; 

¿dónde quedaron esos planes… 

si nos cortaron las alas?. 

¡Cómo no extrañar, 

salir, ser libres 

sin prisa ni miedo!, 

sin embargo hoy 

salimos corriendo. 

Pero aún

nos falta tanto, 

sí, tanto... 

Me conmueve la niñez 

que no sale a jugar… 

los parques vacíos... 

sin risas, sin sonrisas. 

Mgabriel Portilla MÉXICO