lunes, 4 de mayo de 2020

Abrazando



Lloraba, mientras abrazaba a su madre, lloraba;
deseando que estuviese dormida
pero un lecho de sangre, su muerte delataba.

Era solo un niño que,  jugando alegre crecía,
había nacido para ser feliz, ella lo procuraba;
y mientras  pudiese, nada lo ensombrecería.

Gritos de dolor ahogados sobre su almohada
para que su hijo de nada cuenta se diese;
Gritos en su alma rota, deseando no ser dañada.

Pero ahora ya nada por su él podría hacer,
un ser canalla y cobarde sobrepasando su fuerza
le arrebató la vida tan solo por ser  mujer.

A ese niño abrazado necesito estos versos escribir,
que más que versos son gritos que del alma surgen
contra ese ser inmundo que le provocó gran sufrir.

A ese niño que huérfano dejó una mano infame,
a ese niño que le costará mucho volver a sonreír
porque el mundo dio de lado a su amada madre.

A ese niño que, abrazado a su madre, lloraba;
y que ahora duerme bajo las estrellas,
esperando que un Ángel lo abrace, alguna alborada.

Isabel San José Mellado
Derechos de autor - España




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