A lo lejos miro un
ángel
que llora a penas y
lágrimas,
es sangre lo que
por sus mejillas resbala,
¡qué dolor el que
su alma carga!.
No tendrá más
abrigo
ni el abrazo
prometido
pues la promesa se
rompió,
¡qué maldad de
quien la vida irrumpió!.
Sin razón el único
pecado
es nacer mujer, y ¿qué
le espera
a este nuevo ser?.
Dios, ¡piedad!,
¿cómo es que nadie
nos puede cuidar?.
Ir por la calle
alerta,
caminar aprisa y
salir a tientas,
acompañada del
miedo
se aúna el dolor.
¿Qué será de este
ángel?,
¿qué será de esta
niña sin madre
que por a placer
alguien robó
y la vida le
arrebató?.
Huérfana es y de su
mano
no caminará más que
ese dolor,
mitigando en
recuerdo el corazón
pidiendo justicia a
la razón.
¡Qué fácil sería
ser mujer
si entre los
humanos
respetáramos el
ser.
¡ANDA NIÑA, MUJER,
SAL Y VIVE
SIN MIEDO!.
Mgabriel Portilla MÉXICO
No hay comentarios:
Publicar un comentario