Y lo grito a los vientos,
al mundo entero,
y el universo lo escucha.
No son sólo palabras,
son sentimientos que laten
desde lo profundo de mi corazón.
Te quiero a voz bajita,
pero latidos fuertes,
porque el amor
merece ser presumido.
No tengo miedo
de que lo reclame el pasado.
Te amo,
ojitos bonitos,
labios de carmesí,
sonrisa de luz
que guía mi existir.
De tu mano,
donde sea,
quiero caminar.
Sé que tu abrazo
es el lugar que anhelo
cada instante.
En tus sueños,
anido la realidad
de este amor
que palpita desde el alma.
Te amo.
Sólo en ti encontraré la calma.
Yo, vida, a ti doy.
Gracias por la dicha de sentir
lo mismo que siento yo.
MGabriel Portilla
Tulancingo Hidalgo, México

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