Cuando
de ti hijo mío
supe
que al mundo
llegarías
mi alma
bailó
de alegría.
Sabía
que no sería fácil,
que
el mundo contra
nosotros
dos sería
el
juez de mi decisión.
Pero ¿qué importa
si
tú llegarías
a
llenar la vida
con
alegría y amor?.
Madre
y padre
sería,
y soltera
para
ti quedaría.
Sé que
al final de los días
los
esfuerzos de nosotros
un
día ganaría y el hombre
de
bien serás.
Eres
el ángel que guarda
las
ilusiones de ser
madre
soltera y amada.
Mgabriel Portilla México
No hay comentarios:
Publicar un comentario