Es el tierno
destino
de esas lágrimas
que caen desde
tus ojos.
Es la noche
oscura
que quita el
arco iris
de tu sonrisa.
Y la suave brisa
que diluye tu
soledad
al mirar.
Tu soledad me
está matando
entre esa ganas
que se van
y el llanto que
no para.
Sólo te abrazo a
mi alma
y recuerdes que
en mí
siempre podrás descansar.
MGabriel Portilla México
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