Como cualquier infante, no entendía por qué no tenía brazos
como las demás personas.
- “Era difícil ser diferente.”
Sin embargo, tomó parte en diversas actividades como
gimnasia, baile y canto, a menudo realizadas en grandes escenarios.
Cuando era joven a
menudo se enfadaba, pataleando y gritando en sus berrinches por la
ausencia de sus extremidades; no obstante centró toda su energía en la práctica
de deportes.
Para Jessica, el mayor reto de haber nacido sin
brazos eran las constantes miradas, más que la adversidad física.
- "Yo solía irritarme mucho cuando la gente me
miraba caminando por la calle o por la manera de comer con mis pies. Pero he
aprendido a sacar lo positivo de esas situaciones y me dan la oportunidad de
utilizar ese canal de vibraciones positivas y ser un ejemplo de optimismo“.
Jessica da crédito a sus padres de ser modelos de
conducta y sus pilares de apoyo:
-"Mi madre es mi modelo y siempre me dice
que puedo hacer cualquier cosa que yo me proponga". "Mi papá nunca derramó una lágrima
cuando nací porque no me ven como una víctima. Es difícil ser padre de un hijo
discapacitado. Fue mi roca durante los tiempos difíciles y es el que ha formado
la persona que soy el día de hoy".
Cuando por primera vez aprendió a manejar un auto,
fue gracias al uso de modificaciones especiales. Sin embargo, después de haber aprendido bien,
decidió suprimir las modificaciones y ahora es titular de un permiso de
conducir sin restricciones.
Graduada en Psicología en La Universidad de Arizona,
aún atrae miradas cuando reposta en las gasolineras su vehículo.
Puede escribir 25 palabras por minuto, secar el
pelo, y ponerse maquillaje y lentes de contacto con la mayor facilidad, como cualquier otra persona.
Jessica nacida en 1983 en Arizona (EE.UU.) y 1,55 mts de estatura, es la
primera mujer piloto en la historia de la aviación que lo hace sin brazos.
Esta mujer inspiradora y heroína para muchos,
siempre irradia felicidad y un gran sentido del humor; el Día de la Madre un día de mayo, voló en solitario con un letrero colgante que
acertadamente decía:
-"Mira Mamá, ¡sin manos!".
A sus 26 años ya había contabilizado 130
horas de vuelo en solitario.
- "A veces el miedo se basa en una falta de
conocimientos y de lo desconocido. Cuando empecé a volar, me di cuenta de mi
temor era porque yo no sabía mucho sobre esto. Hay un miedo
universal en la gente, es el temor a la insuficiencia y falta de fe en nosotros
mismos".
Gracias a su Confianza, preparación y ambición,
Jessica ha recorrido un largo camino para convertirse en quien es hoy en día
Además de ser un orador motivacional (www.rightfooted.com), también ha sido mentor de niños en la Red Internacional del Niño Amputado
en los últimos años.
Cuando se le preguntaba por la posibilidad de casarse y tener hijos Jessica Cox contestó:
- "Sé que será difícil tener una familia, pero sé que voy a ser una buena mamá.” Entre risas cuenta que lo difícil va ser que un pretendiente le pida su “mano” a sus padres.
- "Sé que será difícil tener una familia, pero sé que voy a ser una buena mamá.” Entre risas cuenta que lo difícil va ser que un pretendiente le pida su “mano” a sus padres.
-"Yo no tengo brazos, pero eso no determina
hasta donde pueda llegar".
-"Nuestro temor más profundo no es que seamos
insuficientes, es que somos poderosos más allá de la medida".
-“El ser humano debe tener momentos bajos en la vida,
para tener momentos emocionantes.”
-“Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria".
- ¿Qué te llama la atención de la vida de esta mujer, Jessica Cox?.
- ¿Qué otras personas conoces que, como ella, están tratando de vivir la vida que quieren vivir a pesar de todas las cortapisas con las cuales se encuentran?.
- ¿Qué actitudes descubres en ella que podríamos desarrollar también nosotros ante las dificultades y limitaciones que hallamos en nuestro caminar?.
- ¿A qué te vas a comprometer hoy para superar las dificultades con las que te estás encontrando y superarte también a ti mismo/a?.
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