Esta es la
historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Como él mismo se daba cuenta de que sufría a causa de ello... le pidió consejo a su padre.
Éste le dio una bolsa de clavos y le dijo:
- "Cada vez que pierdas la
paciencia, debes clavar un clavo detrás de la puerta".
El primer día,
el muchacho clavó 37 clavos. Las semanas que siguieron, a medida que él
aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la
puerta.
Descubría que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta hasta que llegó el día en que pudo controlar su carácter durante toda la jornada.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo:
Descubría que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta hasta que llegó el día en que pudo controlar su carácter durante toda la jornada.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo:
- "Has trabajado
duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la
misma.
Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre".
Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre".
Una ofensa
verbal es tan dañina como una ofensa física. Piensa bien antes de actuar, piensa bien antes de hablar.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Piensas bien lo que vas a hacer o lo que vas a decir?, ¿o más bien lo piensas después de haberlo hecho o dicho tras ver los efectos?. ¿Lo haces así siempre?, ¿por qué?.
- ¿En qué circunstancias sueles actuar de manera más impulsiva, sin controlarte nada?, ¿a qué consecuencias has llegado?, ¿cómo prevenir situaciones así?.
- ¿Para qué practicar el autocontrol?, ¿qué estrategias conoces y que te han funcionado bien para conseguirlo?. ¿Para qué es necesario pensar antes de actuar o antes de hablar?.
- ¿A qué estás dispuesta hoy para aumentar tu autocontrol?, ¿cómo vas a hacer hoy para demostrarte a ti misma que estás progresando en saber pensar antes de hablar o actuar?.
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