Y la magia comenzó:
una frase de amor, una sonrisa,
un chiste y nuestra canción.
No podía esperar,
me la aprendí y la quise cantar,
pero la voz no podía más.
Te miré,
pero tú ya me habías visto.
Te escuché,
pero tú ya me habías escuchado.
Mis fotos ya guardabas
y el tiempo era nada.
La película empezó,
un cuento de hadas,
un final feliz.
Y es que sí,
queda mucho por concluir,
somos eso que fue
y ahora somos
lo que queremos ser.
A veces románticos,
otras veces somos pasión
y otras más somos tú y yo
dando nuestra mejor versión,
una cita entre esos viajes por el cielo
y uno que jamás olvidaré
cuando tan lejos me viste
bailar con esa mirada
(dicen que me mirabas
con ojos de borreguito).
Quizás que somos tú y yo...
mi guapo, me llenas de ilusión,
me haces renacer
y en tus brazos
me gustaría la razón perder.
Respiro de ti
y este sentir jamás dudaría de ti,
de tu honestidad en ese "te amo",
en lo mucho que dices "te extraño"
y esa forma tan tuya
de transformar esta distancia
que a veces puedo abrazar.
Te escapas del tiempo
y a mi mundo vuelas,
somos alas en libertad
y ahí, amor,
te espero siempre yo.
Maria Gabriel Portilla
Libélula Literaria
Tulancingo Hidalgo, México
No hay comentarios:
Publicar un comentario