Fue
flor hermosa
que
se refugió en el abrazo
de
un árbol que parecía dar vida.
Cierto,
sí daba vida.
Ella
fue cielo
entre
nubes se escondía,
se
abrazó al sol, parecía dar calor.
Cierto,
sí daba calor.
Ella
fue agua
entre
las piedras se moría,
antes
de morir se abrazó al suspiro.
Parecía
que le regalaba el último aliento.
Ella
murió siendo flor
que
bajo el cielo abrazó al sol
pidiendo
el último aliento a la piedra.
Ella
nace y muere cada día al llegar la primavera.
Mgabriel Portilla MÉXICO