El alma que te ama
te extraña en esta distancia
que se hace larga como el mar
que les separa.
Te escribe y no vive,
te sueña y realmente
espera estar junto a ti
al menos en el pensamiento.
Sin saber de ti
y con el miedo y la agonía
de haberte perdido, sin nido
cual ave en jaula.
Sin demora ella y su corazón
en maleta se funden caminos
que han de andar sin ti
y llegar al fin.
Segura, vagando cual alma en pena,
cual brisa sin lluvia, alma mía
¿por qué te vas y le abandonas?
ven al fin.
Sé el suspiro de este ser
que muere y renace para
ir tras de ti, al menos en
tu memoria verás reír .
MGabriel
Portilla México
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