Necesitamos apertura a lo
trascendente. El hombre y la mujer son seres abiertos a la fe, fe que ayuda al crecimiento y maduración plenas del propio yo, y a la
colaboración en la construcción de una humanidad más justa y más abierta. En consecuencia,
necesitamos prepararnos para llegar a ser personas capaces de esperanza, abriendo horizontes para una
interpretación de la realidad desde el punto de vista de los valores
espirituales; como cristianos, impulsando una apertura al mundo a través del conocimiento del
amor de Jesucristo y su mensaje.
Ése es el sentido del ser Iglesia. En todo momento, y más claramente en el mundo actual, se necesita una
fuerte vivencia comunitaria de Iglesia; no se pueden dar respuestas
individualizadas. El sentido de Iglesia:
* se construye
viviendo la experiencia de comunidad,
* se alimenta
en la oración personal y comunitaria y en la celebración litúrgica,
* se expresa en
actitudes de servicio y solidaridad como respuesta a la llamada de Dios que se
manifiesta en los acontecimientos humanos,
* se vive desde
la convicción de que somos pueblo de Dios.
Ése es también el sentido de la formación
en el hecho religioso. Es necesario enseñar el núcleo fundamental del mensaje evangélico.
Necesitamos ofrecer a los niños y jóvenes, también a toda persona adulta que busque más allá de lo material, la posibilidad de hacer una opción personal y libre por ese
Dios que es AMOR y fuente de vida; están en su derecho y quienes tenemos la capacidad de aportar ese bien... tenemos en ello una gran responsabilidad.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Cuál sería tu actitud si tuvieras la certeza absoluta de que no existe el mundo del espíritu, que no hay trascendencia alguna y que todo se acaba el día en que morimos?.
- ¿Tiene, pues, sentido el plantearnos las cosas que este pequeño artículo nos ofrece?. (Si somos fieles o creyentes de otra religión distinta a la cristiana busquemos lo que nos es común en esta vivencia de lo trascendente, ya que todas las religiones hacen referencia a Él aunque cada cual le llame como quiera llamarle).
- En consecuencia, ¿cuál es el sentido de animar a nuestros hijos a apuntarse a Religión en los colegios o en Catequesis en las parroquias?. ¿Qué buscamos y hallamos con estas iniciativas?.
- ¿Qué puedes hacer hoy para vivir y educar en vivir el sentido de trascendencia que anida en toda persona?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario