lunes, 23 de febrero de 2015

Hora de despertar

Todo lo que “es”, eres tú. Y esto debería ser algo tan absolutamente obvio, mas no lo es ni por asomo. Debería ser la cuestión más sencilla de la vida que tú eres lo que siempre ha sido y siempre será por siempre.
Pero hemos sido embaucados. Desde niños todos nos repetían: “eres poco”…, y nos lo creímos.
Por eso, no sé si entenderás cuando te digo –en formulación negativa- que no puedes cambiarte ni hacer nada para ser mejor; para ser más sereno, más feliz, más… místico. No puedes hacer lo más mínimo.
Pero quizás puedas empezar a entenderlo si lo formulamos de forma positiva: no necesitas hacerlo porque, si te ves a ti mismo correctamente, verás el extraordinario fenómeno de la naturaleza que ya eres.
Como son los árboles, las nubes, los patrones que forma el agua al correr, el fulgor del fuego, el titilar de las estrellas, las formas de las galaxias… Somos todos igual de maravillosos.
No hay en ti nada erróneo aunque haya limitaciones, pues al final todo tiene un sentido. Lo único que ocurre es que tú tienes la idea de que hay algo mal en ti. Y si lo crees, lo habrá. (otra cuestión es lo que hagamos: en aquello que hacemos sí puede haber error y, si lo hay, basta con enmendarlo, no nos sirve para nada el machacarnos con el recuerdo de ese error).
Pero no hay nada malo en nosotros. Todo forma parte del fluir, de lo que es.
Por eso, tenemos que liberarnos del sentimiento de culpabilidad. Más aún: ni siquiera hay que sentirse culpable de sentir culpabilidad. Y, si lo sientes, no te preocupes por ello.
Si insistes en que no puedes parar de preocuparte, te diré: está bien, preocúpate. Esto es “dejarse fluir”.¿Qué haces cuando no sabes qué hacer?. Observas, simplemente observas lo que acontece. Como cuando alguien sigue una pieza musical: prestas atención y sigues su sonido. Y es así como hallas el sentido a la música. Tras un tiempo de adiestrarte en ello, hallarás el sentido a toda música. Y ese sentido será la música misma.
Alan WATTS

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué destacarías de las ideas que plasma Alan Watts en este texto anterior?.
  • ¿Qué diferencias hallas entre "saber reconocer unos errores en la propia conducta" y "vivir con complejo de culpa" por esos errores?. ¿Tenemos por lo tanto que "negar los propios errores sólo para evitar el complejo de culpabilidad"?, ¿qué nos conviene hacer al respecto?.
  • ¿Cómo alcanzar la armonía con nosotros mismos cuando observemos que no somos perfectos y nos agobian las limitaciones?.
  • ¿A qué te vas a comprometer hoy para alcanzar tal grado de armonía en ti que te lleve a superar tu sentimiento de limitación y asumirla -no para resignarte a ella sino para aprender a aceptarla?.

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