Detrás de esa voz se
esconden mil historias
que en cada programa
deja salir
dando vida a ese
sentir,
suspiro de amor,
música que llena el
corazón.
Día a día, no
importa lo hora,
sin prisa, con risa
siempre ellos están
dando vida a letras,
dando un soplo de vida
a veces perdida y
otras más a acompañar.
Ellos aún en
tristeza alegría dan,
aún con la pena se
llenan de felicidad,
sintiendo la
enfermedad al aire siempre están,
su voz no tiene
límite, a los oídos llegarán.
Mas en su día a día
siempre serán
compañía,
encendiendo la radio
una mano de hermano.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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