Magia en las palabras, que susurran tus cómplices miradas
tan cálidamente en cada una de nuestras fogosas alboradas.
Magia en tu boca, cuando escribe lujuriosos versos
en rima asonante o consonante en mis desnudos senos.
Magia en tu pluma, cuando al escribir palabras para rimar
conjuga en mi desnuda
espalda, sensualmente, el verbo amar.
Magia en tu sudorosa piel, cuando se le eriza el vello
revelando el deseo que le provoca mi alborotado cabello.
Magia en los silencios que, después de una noche de pasión,
confirman el amor que por mí siente tu desbocado corazón.
Magia en estos versos, que muestran desasosiego y anhelo
por salir de este infierno para alcanzar y abrazar tu cielo.
Y magia en este poema, que rubrica mi mano temblorosa
al mostrar los pétalos y no las espinas de tu exquisita rosa.
Isabel San José Mellado
Derechos de autor - España
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