ella es mi vida, mil vidas más”.
lo que en su corazón palpita,
lo que se tatuó con un amor
que ella idealizó.
Hoy sigue enamorada
de ese amor
y busca en esos ojos de miel
que hacen florecer el alma.
Ella está hecha de tristezas,
de lágrimas y cicatrices,
de noches de insomnio,
de mares desbordados
en sus pupilas.
Aún sabe el motivo
por el que sigue buscándola,
si ella no tiene nada que dar,
su corazón marchito está
en la desilusión,
es su día a día.
Ojalá que cuando la mates del todo,
dejes ir a esa mujer que era,
ésa que creía en promesas,
ésa que daba sin esperar
y que jamás ofendería...
Ella, ella hoy
sólo camina y respira
desde lo profundo de su ser.
MGabriel Portilla
Tulancingo Hidalgo, México
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