A veces sólo tengo que callar,
ya mi voz no tiene sentido y
los sentires ya quedan en el olvido.
maté la ternura y
las lágrimas ya salieron
por última vez,
ya no siento nada.
Ni siquiera la emoción se anida,
todo es igual y sólo quería fuerza y
la conseguí.
El corazón quiere latir y
desangrar el dolor,
pero el hastío se naufragó
en lo que no diré más.
Ya todo es negro o blanco,
no existen colores,
es todo o nada…
¡qué mas da!,
y si se ahogan las ganas
en su propio dolor.
Derramé hiel en la piel
y callé cada suspiro
y amarré los sueños de amor,
al final el peor dolor fue llorar sola
bajo la luna de amor.
Pinté de negro hasta la sonrisa
y no habrá más nada jamás.
¿En qué momento abrí mi ser
y a mi alma di alas?.
Mgabriel Portilla
MÉXICO
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