Así
quedó destruída
ante el
dolor del engaño
la venda
de los ojos cayó
y ella
vio la realidad.
Cual agua
que cae en plena lluvia
pasó por
ese lugar donde las heridas
sanan al
ver la sonrisa que perdió.
Recuperó
su esencia, su espíritu,
volvió a
ser ella, sí, no esa chica
sino esa
mujer, no tiene el cuerpo perfecto.
Pero
alguien le dijo: tienes unas hermosas marcas
que te ha
dejado la vida, vivida,
esas
marcas que dan vida
y
muestran las batallas ganadas.
Tiene
unas tallas de más
porque
no tuvo tiempo de cuidar
el templo
de vida, pero sabe que
el día
llegará y no será una modelo.
Seguro se
hará notar, seguro
ella se
amará, y cual agua
entre
calles llegarán unas manos
que la
lleven el cielo tocar.
Renacer cual fénix
cual
renacer de las cenizas
cuando encienda el pasado
y llegue
el presente.
Mgabriel Portilla México